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Los seres humanos harían bien en cambiar sus hábitos de consumo ajustándolos a sus necesidades reales y optando en el mercado por opciones que favorezcan la conservación del medio ambiente y la igualdad social.
Una de nuestras actividades cotidianas es ir de compras, consumir. Pero nuestro consumo en la mayoría de las ocasiones es sinónimo de “agotamiento”. No tenemos en cuenta las repercusiones para el medio ambiente y las personas que habitan el planeta de nuestros procesos de abastecimiento de bienes y servicios. Una de las principales causas de que continúe deteriorándose el medio ambiente mundial son las modalidades insostenibles de consumo y producción, particularmente en los países industrializados.
Como consumidores y consumidoras podemos optar por llevar a cabo un consumo responsable, comprar en los mercados locales y en las tiendas de barrio, participar en cooperativas de consumidores y consumidoras de productos ecológicos que establecen relaciones de compra directas con los productores y productoras de su entorno.
Para contar todo esto he seleccionado una serie de cuentos infantiles y les he dado la vuelta. Cuentos en los que sus protagonistas son niños y niñas, cuentos con los que el público infantil se verá reflejado y el público adulto también, cuentos que pueden dar más de un recurso a los adultos para después usarlos en casa.
Muchas veces cuando vas a dar un paseo por la calle con tu familia, o cuando vas de compras te encuentras con que tu hijo o hija no para de pedir, quiero esto, quiero lo otro, lo de más allá, y al final acabamos comprando algo que en cuanto llegamos a casa se queda en un rincón y no lo volvemos a mirar… debemos educar desde el principio, pero no decir no porque si, decir no y explicar porqué, para poder crear una buena conciencia en nuestros hijos o hijas.
Este espectáculo surge a partir de la necesidad que tenemos de transmitir a los niños y las niñas de una forma lúdica la importancia de cuidar el medio ambiente. Cada día en los colegios, ludotecas, centros de tiempo libre, en sus casas, los niños y niñas son concienciados con este problema.
En este espectáculo a través del juego, y los cuentos, volvemos a repetir esto que tantas veces han escuchado y les proponemos introducir en su forma de vida pequeños hábitos que no cuestan demasiado esfuerzo y que si todo el mundo las hiciéramos las cosas no estarían tan mal.
La diferencia es que educar a través del juego es más divertido y conseguimos que su atención este con nosotros y les apetezca ayudar y cuidar el medio ambiente. Todo esto no sería posible sin la colaboración de las familias que ayudarán a integrar en su día a día lo que vamos a aprender.
Cuando el invierno se convirtió en verano es un espectáculo en el que hablamos de diferentes temas del medio ambiente.
El aumento de las temperaturas, la contaminación del agua, la tala masiva de árboles, la desaparición de la biodiversidad… Damos a conocer a los niños y las niñas todos estos temas, y a través de su participación vemos que es lo que podemos hacer nosotros para disminuir todo esto un poco. El consumo responsable, aprender a reciclar, el cuidado por el entorno… pequeñas tareas que están en nuestra mano y que tenemos que ir integrando poco a poco en nuestra forma de vida.
