Este espectáculo surge de la necesidad de contar cuentos de género que van más allá, la princesa que no quiere ser rosa me gusta, pero… ¿y si planteamos momentos y situaciones que son más cercanos a los niños y las niñas?
Los cuentos contados son un reflejo de las situaciones cotidianas del día a día de los
niños y las niñas en el colegio. Expresiones como:
– ¡Tú no puedes!
– ¡Los chicos no llevan rosa!
– Una chica no puede hacer…
– Es que es un chicazo y ella una princesita…
Los cuentos son para los niños y las niñas un aprendizaje continuo, a través de sus personajes pueden vencer a sus ogros más temidos y pueden darse cuenta que todos y todas podemos hacer lo que queramos.
Las niñas pueden reafirmarse al escuchar que el personaje femenino del cuento con su ilusión y esfuerzo consiguió lo que se propuso, sin dejarse boicotear por los mensajes que le llegaban del exterior, y ellos pueden aprender a respetar que cada una puede ser lo que quiera ser.
Algunas de estas historias nos hacen darnos cuenta que todos y todas somos diferentes, que nos tenemos que querer y aceptar tal como somos, que por más que queramos gustar a los demás es mejor no cambiar, porque cada una es única y si nos respetamos y aceptamos tal como somos, los demás también lo harán.
Me parece interesante que tanto las familias como las docentes, integremos en nuestro día a día las historias de los cuentos, cuando suceden pequeños conflictos en la etapa de infantil y primaria es importante que estemos alerta, pienso que si desde pequeñas visibilizamos y señalamos estos micro machismos, cuando sean mayores serán capaces, ellos de respetar, y ellas de hacer lo que les apetezca, con una estructura interna sólida, que les permita decidir qué quieren hacer, sin que nadie
las manipule